martes, 5 de octubre de 2021

La disciplina, el camino hacia el éxito

La disciplina es algo que todo deportista debe tener, sea profesional o amateur. Es el compromiso, el respeto y la evolución que presenta un atleta en la disciplina que practica.

También se ve reflejada en el momento en que el atleta demuestra su fuerza de voluntad para realizar sus rutinas pre, durante y post entrenamiento; el seguimiento de las recomendaciones dadas por los profesionales y la organización de su tiempo de acuerdo a sus responsabilidades.

En la carrera de la pugilista guatemalteca María "La Imparable" Micheo, el ser disciplinada se ha convertido en un factor determinante.

"Ha sido una de las herramientas fundamentales en mi carrera; en mi vida es lo que me hace levantarme día a día sin importar las diferentes situaciones por las que esté atravesando", comenta.


"Las metas y objetivos son claros: Por medio de la disciplina es que día a día voy cimentando el trabajo, que me servirá para lograr lo que me trazo", añade.

Micheo considera que se debe de tener disciplina para estudiar, trabajar, alimentarse, descansar, levantarse temprano, entrenar y cuidarse.

"Muchas personas creen tener disciplina porque hacen bien lo que les gusta, yo por el contrario considero que la disciplina está de por medio cuando las situaciones se complican y debemos hacer cosas que no necesariamente nos gustan. Por ejemplo, a mí no me gusta levantarme temprano, sin embargo, acá es donde la disciplina actúa y hace la diferencia", explica.

¿Cómo has forjado tu disciplina a través de los años?

La disciplina empieza desde el hogar cuando nuestros padres nos enseñan a nunca rendirnos y siempre terminar de hacer las cosas que comenzamos.

Desde pequeña miraba que mi mamá era muy disciplinada, ya que no se quedaba tranquila hasta finalizar una tarea que había comenzado.


Cuando inicié a practicar karate mi papá era quien me llevaba e iba a recoger a los entrenos, pero después ya no pudo y tuve que ver la manera de continuar.



A pesar de que no me gustaba correr, corría alrededor de 25 kilómetros para asistir a los entrenamientos. Eso me ayudó a tener más aire y encontré un aspecto positivo en algo que no me gustaba realizar.

Toda esta situación me hizo ver que cuando uno actúa con constancia y objetivos claros, en cosas que no nos agradan, las recompensas siempre llegarán.

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